• Pregunta: las personas que tienen autismo , ¿como trabaja su cerebro?¿es muy diferente al de una persona sin ninguna enfermedad?

    Preguntado por iria13 a Daniel el 21 Abr 2016.
    • Foto: Daniel Gómez Domínguez

      Daniel Gómez Domínguez contestada el 21 Abr 2016:


      ¡Hola Iria!

      Es curioso que por fin salga el tema del autismo. Es la única enfermedad que ninguno ha preguntado hasta ahora.

      Los niños autistas nacen con un cerebro conectado de una manera diferente que les provoca muchas dificultades para comprender el mundo a su alrededor. Los últimos estudios parecen demostrar que esos problemas para percibir el mundo son la auténtica enfermedad, y que los síntomas “de conducta” como el aislamiento social y las ideas rutinarias, son solo consecuencias de tener estos problemas desde muy pequeño.

      Una buena parte de nuestro cerebro se encarga de procesar el mundo real en términos de imagen y sonido, pero no se limita a actuar como una cámara de televisión que graba todo, sino que le añade un toque personal, separando las piezas y dando más importancia a unas cosas sobre otras. Si miras un cuadro con varias personas dibujadas en el, tu mirada rápidamente se moverá entre las caras de las personas, y luego ya con más calma por el fondo del cuadro. Esto es porque asignamos una mayor prioridad al reconocimiento de seres humanos en lo que vemos y especialmente en su cara.

      Con el sonido pasa igual, somos capaces de distinguir entre los ruidos y las voces de la gente, por eso podemos llevar una conversación incluso en medio de una discoteca a todo volumen. Por cierto, curiosamente esto no funciona si el idioma es desconocido. Un francés hablando para tu cerebro es ruido, así que necesitas concentrarte mucho más en saber que dice y acabar “haciendo oído”.

      Se cree que estos mecanismos para quedarnos con lo importante de lo que vemos y oímos es lo que falla en los autistas. Ellos perciben todo como un igual: en el cuadro la hoja del árbol de la derecha es igual de importante que el hombre que posa debajo; y el sonido de un coche al cruzar es igual de importante que el de la conversación con otro chico. Eso hace que tengan dificultades para concentrarse y el exceso de información que reciben les resulte abrumadora, especialmente si es un niño pequeño.

      Por ese motivo, los niños autistas prefieren disminuir la información que reciben al mínimo: prefieren aislarse y no hablar con nadie; prefieren repetir la misma rutina día tras día para evitar alguna sorpresa innecesaria.

      Por suerte, a medida que crecen el cerebro de muchos autistas cambia y evoluciona, adaptándose a su situación y logrando una vida algo más normal. Por eso tenemos el concepto de los niños autistas pero no de los adultos. Existen casos en los que el niño nunca recupera una vida “manejable” pero hay que considerarlos como pequeñas personas perdidas en un mundo lleno de ruido.

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